Viernes, 30 de octubre. 20 horas. Plaza del Pilar
Era puente escolar. Llovía. Hacía frío. Pues aún así, salimos a dar nuestro paseo.
Había llovido todo el día y desde luego el día no invitaba a salir en bici, ni mucho menos. De hecho yo no pensaba salir. Pero pica el gusanillo y nos asomábamos a la ventana, y que no, que sí. Y al final fue sí. Con gorro, guantes, impermeable, ... y el tiempo nos respetó. No cayó ni una gota en todo el recorrido.
Cinco atrevidos y una atrevida que se echan a la calle en bicicleta un día poco propicio.
Había poca gente en la calle. Pocos coches. Pero se nos vio. Llamábamos la atención y los pocos que había nos miraban como si fuéramos un poco raros. Y a lo mejor lo somos, por que optamos por una vida sana, saludable y si es posible, que no mate a los que vienen detrás. Plantearse estas cosas, la verdad, es anormal. Pero yo lo quiero ser. No quiero estar en la mediocridad.
Espero que en noviembre el frío, el agua o ... permitan que seamos más, muchos más.
Hasta la próxima. Salud y bicicleta.
Viernes, 26 de septiembre. 20 horas. Plaza del Pilar

Todavía con luz abundante comenzamos a reunirnos en el lugar de costumbre, habituales, gentes del 7º piñón..., una incorporación nueva. Luis Mario tenía preparadas unas fotocopias en las que se podía leer “¡Alcaldesa! Cumpla su promesa: Carril bici, YA!”, así que fuimos fijando éstas en lugares bien visibles de nuestras aguerridas bicicletas. La puntual visita de la fotógrafa del diario Lanza, fiel a la cita y su correspondiente artículo al día siguiente, ¡Gracias!.
Sobre y veinte salimos, estaba claro que ya no vendría nadie más, nos habíamos reunido cerca de la treintena, aunque no puedo llegar a concretar más la cifra porque no conté. El tráfico tenía cierta densidad, pero nos mantuvimos agrupados casi todo el recorrido, casi sin cortes. Hubo un par de ocasiones en las que algún coche partió en dos el grupo, pero conscientes de ello, lso que iban en cabeza pararon para buscar el reagrupamiento.
Nadie se sorprende de ver una hilera de automóviles, sin embargo la agrupación de bicicletas sigue resultando extraña en el paisaje cotidiano del transeúnte, desgraciadamente es así. En el tercio final del recorrido, se había reducido mucho el volumen de tráfico motorizado, incluso cuando llegamos a la plaza del Pilar, había menos gente.
Se habló durante el recorrido de comenzar a organizarnos para realizar otro tipo de actividades y accionen en pro de la bicicleta en la ciudad. Todo se andará.
Viernes, 29 de agosto. 20 horas. Plaza del Pilar

Pero hay que decir que después de unos meses de extrema crisis, vamos remontando. Ya lo dije es mes pasado.
Fuimos bien. Tranquilos. Normales. Ya no se notaba tanto que era verano; se va recuperando el tráfico y ya no se respiraba ese aire de vacío tan veraniego.
La verdad es que como siempre encabezo la marcha nunca me entero muy bien de lo que pasa “en el pelotón”. Creo que esta vez no ha habido nada importante. Charlamos. Hablamos de los conciertos de la fiestas de los pueblos cercanos, ... lo normal.
A pesar de la poca ayuda institucional a la bici en la ciudad, lo cierto es que cada vez se ve a más gente haciendo uso de ella. Incluso de la bici pública. Debemos hacer campaña de difusión a ver si conseguimos llegar a ... muchos, a todos.
Me alegré de ver a los antiguamente asiduos, a los del Séptimo Piñón. También me hizo ilusión que hubiera gente nueva. ¡Eso da ánimos!
Sigo esperando que seamos más los que nos demos a esto del sillín, por la ciudad, claro. ¡¡Que ruteros y camineros con bici buena ya hay muchos!!
Hasta la próxima. Salud y bicicleta.
Viernes, 25 de julio. 20 horas. Plaza del Pilar

De nuevo nos encontrábamos a las ocho de la tarde en la Plaza del Pilar, en el Banesto, un sitio que hemos visto desaparecer viernes a viernes. Un no caluroso día 25, festividad de Santiago.
El verano, los niños sin cole, que hay vacaciones, que no es exactamente final de mes y eso despista; en fin las ocupaciones varias... Pero hay que decir que después de unos meses de extrema crisis, vamos remontando. Salimos 20.
Fuimos rápidos. Tranquilos. No había tráfico y se respiraba un aire de vacío importante. La verdad es que sólo nos paramos un par de veces, se metió un coche por medio, nos reagrupamos, lo normal.
No hubo cosas dignas de reseñar. Se recuperó la presencia de nuestros niños y de algunos de sus padres. Fuimos charlando tranquilamente.
Se echó de menos a los antiguamente asiduos, a los del Séptimo Piñón. A todos los que nos solíais acompañar.
Sin problemas, esperando que en agosto, el 29, seamos más los que nos demos a esto del sillín.
Hasta la próxima. Salud y bicicleta.
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