¡Qué bien, qué bien! La secreta apoya la bicicleta.
Como de costumbre allí estaban nuestros secretas para apoyarnos en la masa crítica de junio. Amables y educados se acercaron a interesarse por la salida y esas cosas.
Sabíamos que el comienzo de las vacaciones de julio nos iba a restar bastantes de los incondicionales.
Estuvimos esperando por que Ana, que había ido a por su sobrino, venía con un poco de retraso, pero a las 20.20 empezamos nuestra marcha con algunos menos de los que se esperaban, salimos unos 20. Se rodó bastante pausado a pesar de contar con menos peques de los habituales.
No hubo muchas cosas destacables.
Como el recorrido siempre es el mismo y la gente se lo sabe hubo nuevas incorporaciones; llegamos a circular 27 bicis. ¡Que no está mal! tal y como van las cosas.
Manuel hizo su tradicional poema, pero no pudo asistir.
Vicente y Luis Mario ya le están sacando verdaderos sonidos a la chicharra e incluso tocaron a dúo. Eso, junto con los timbres, amenizó bastante la marcha.
Tomamos la tradicional cervecita en Los faroles. Desde allí, los que quedamos nos fuimos a cenar al Jaleo. Dimos buena cuenta de las viandas bien pertrechados de cerveza fresquita.
Después, y por eso de la luna llena, un buen paseo nocturno por los caminos del Vicario. Pilar hizo el afilador y se dio un batacazo. Nada grave. Descubrimos el chiringo de La Poblachuela y repostamos botellín. ¡Qué iba haciendo falta!
Y así acabamos esta Masa crítica de junio, con botellín y regreso a casa un poco más tarde de lo habitual, pero con una agradable compañía.
¡Hasta la de julio! Si estáis aquí.
Salud y bicicleta.
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