Teníamos serios competidores, teatro, procesiones, víspera de vacaciones, ... Pero aún así la familia ciclista nos juntamos (con luz del día gracias al cambio de hora) para realizar nuestro recorrido.
La policía nos había mandado un e-mail para recordar que no teníamos permiso para hacer una marcha y que había procesión, que ¿qué pasaba?. Solucionamos el tema mandando otro correo que decía que se cambiaba el recorrido para no entorpecer a la cofradía y que además no éramos una marcha. Correo que fue amablemente agradecido por el subinspector con el que mantuvimos correspondencia.
Sin problemas cívicos o religiosos salimos alguno menos de lo habitual, pero rondando casi la treintena. Se añadieron después alguno más y llegamos a 34 aguerridos ciclistas urbanos.
Algún niño se nos cayó, por eso de que hace poco que se le habían quitado los ruedines. Como padre estaba bien enseñado la criatura llevaba casco aunque no le hizo falta, que la caída no fue para tanto, sólo anecdótica.
Terminamos sin problemas nuestro paseo que fue algo más corto debido al cambio de itinerario, pero seguro que la “Perchelera” nos lo agradece.
Para después había preparada una gran merienda, con lo que cada uno aportaba, en la entrada a la Vía Verde. Hacía frío, pero todo nos estuvo muy rico, incluido las delicias suizas que preparó François.
Luis M. llegó tarde y fue una lástima por que no pudimos disfrutar de la tortilla de patatas de su madre, pero no hubiera estado bien reventar de glotones. ¡Ay, otra vez será!.
Y así terminó nuestro primer aniversario. Dando pie a nuestro segundo año que seguro será mejor, más numeroso y con más resultados que el anterior.
Se hicieron algunas fotos que podéis ver haciendo clic aquí
Hasta el 27 de abril.
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