Viernes, 24 de noviembre. 20 horas. Plaza del Pilar.

De nuevo la reunión mesual. Era la primera que se celebraba con horario de invierno, hacía casi dos horas que había anochecido. Suponíamos de antemano que iba a haber bajas, sobre todo de los pequeños "masacriteros" y con probabilidad de sus padres. Es cierto que estas horas, acompañadas del frio invernal, que ya va haciendo acto de presencia son intimidan a más de uno. También faltó Manuel, que no obstante ha compuesto sus habituales versos.

No obstante allí estábamos, faltaban bastante de los habituales, el 7º piñón estaba en cuadro y otros muchos más. Sin embargo, y eso es positivo, había gente nueva, lo que quiere decir que poco a poco la idea se va difundiendo.

Eran las ocho y veinte cuando decidimos salir con el propósito de hacer un recorrido que de ahora en adelante quedará fijo, al menos hasta que nos cansemos de éste. Tiene la ventaja de la vistosidad frente a otros trazados. Al principio había algo de tráfico, pero paulatinamente el silencio se fue apoderando de las calles.

Transitamos de forma tranquila y apacible, de vez en cuando sonaba algún timbre o el cencerro de Israel. Tan sólo hay que destacar como "incidente" el de un coche conducido por gente que pudiéramos calificar de "macarra" dedicándose desde Cardenal Monescillo hasta que abandonamos la Calle Calatrava a molestar con su claxon. Sin embargo no les hicimos caso: La revolución silenciosa.

El resto del recorrido fue de lo más sosegado. A las nueve y diez estábamos de nuevo en el Pilar, despidiéndonos e intercambiando comentarios sobre la MC y otras cosas.

Fuimos 25 ciclopédicas personas las que durante una hora transitamos por las calles de la ciudad proclamando que LOS CICLISTAS NO OBSTRUÍMOS EL TRÁFICO, SOMOS TRÄFICO.

EnBiciaté con la Masa Crítica, en diciembre también.

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