Viernes, 30 de abril. 20 horas. Plaza del Pilar


“Ya estamos a treinta del abril cumplido, mañana entra mayo, sea bienvenido”.

Masa crítica. El Pilar lleno de puestos de comida gallega, la calle hasta la bandera de gente haciendo sus compras de última hora para las comuniones, montonera de coches, dinerito recién estrenado... ¿Pero no había crisis? Y nosotros con nuestras bicis, tranquilos, como siempre.

Empezamos con atascos, parones, mucha gente por la calle, dos autobuses soltando gente nos obligan a saltarnos la rotonda de la Plaza de la Provincia. Más atascos en la calle Ciruela. Desde que salimos con la Masa crítica no habíamos visto tanto mogollón pero acabamos circulando con la ciudad para nosotros solos. Desapareció el barullo y el tumulto. Se habían cerrado las tiendas.

Salimos 33 fornidos ciclistas. Algunos de nuestros niños ya han cambiado la talla de la bici, pero siguen con nosotros. Aparecieron algunos que hacía tiempo que no se les veía. Claro que seguimos echando de menos a algunos que hace tiempo que ya no nos acompañan.

Hay poco que reseñar, un coche chulillo, decide salir sin mirar, sin intermitencias, … en fin prototipo de “todo poderoso” conductor. Protestamos, se cabrea, para el coche. Está cabreado, su “seño” parafraseando a alguien querido en el mundillo lo tiene de compras y está hasta los… ¡Uf, que esto lo lee mucha gente!

Como hacía bueno, después de mucho tiempo, pensamos que si seguíamos hacia el Rectorado y así nos veían por las terrazas. Un éxito de público.

Lucas preguntó unas 1000 veces cuánto quedaba. Siempre se le responde lo mismo 10km. menos 100m. así lo obligamos a pensar.

Hasta la próxima.

Salud y bicicleta.